Diabetes mellitus tipo 1

La diabetes indica que el nivel de glucosa, o azúcar, se encuentra muy elevado en la sangre. En la diabetes tipo 1, el páncreas no produce insulina. La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa penetre en las células para suministrarles energía. Sin la insulina, hay un exceso de glucosa que permanece en la sangre. Con el tiempo, los altos niveles de glucosa en la sangre pueden causarle problemas serios en el corazón, los ojos, los riñones, los nervios, las encías y los dientes.

La diabetes tipo 1 ocurre con mayor frecuencia en los niños y adultos jóvenes, pero puede aparecer a cualquier edad. Los síntomas pueden incluir:

Los siguientes síntomas pueden ser los primeros signos de diabetes tipo 1. O pueden ocurrir cuando el nivel de azúcar en la sangre está alto:

  • Estar muy sediento
  • Sentirse hambriento
  • Sentirse cansado a toda hora
  • Tener visión borrosa
  • Sentir entumecimiento u hormigueo en los pies
  • Perder peso a pesar de un aumento del apetito
  • Orinar con mayor frecuencia (incluso el orinar de noche o mojar la cama, esto sucede en niños que no lo hacían antes)

Para otras personas, estos síntomas serios de advertencia pueden ser los primeros signos de diabetes tipo 1. O pueden presentarse cuando el nivel de azúcar en la sangre está muy alto (cetoacidosis diabética):

  • Respiración profunda y rápida
  • Boca y piel seca
  • Cara enrojecida
  • Aliento con olor a fruta
  • Náuseas o vómitos; incapacidad para retener líquidos
  • Dolor de estómago

Un análisis de sangre puede mostrar si tiene diabetes. De ser así, deberá tomar insulina el resto de su vida.

Causas

Se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 1. En general, el propio sistema inmunitario del cuerpo, que normalmente combate los virus y bacterias perjudiciales, destruye por error las células del páncreas que producen insulina (islotes o islotes de Langerhans). Otras causas posibles son las siguientes:

  • Genética
  • Exposición a virus y otros factores ambientales

El rol de la insulina

Una vez que se haya destruido una cantidad importante de células de islotes, se producirá muy poca o ninguna insulina. La insulina es una hormona que proviene de una glándula situada detrás y debajo del estómago (páncreas).

  • El páncreas segrega insulina en el torrente sanguíneo.
  • La insulina circula, lo que permite que el azúcar ingrese en las células.
  • La insulina reduce la cantidad de azúcar en el torrente sanguíneo.
  • A medida que baja el nivel de azúcar en sangre, baja la secreción de la insulina del páncreas.

El rol de la glucosa

La glucosa (un tipo de azúcar) es la principal fuente de energía de las células que forman los músculos y otros tejidos.

  • La glucosa proviene de dos fuentes principales: los alimentos y el hígado.
  • El azúcar se absorbe en el torrente sanguíneo, en donde ingresa en las células con la ayuda de la insulina.
  • El hígado almacena la glucosa como glucógeno.
  • Cuando los niveles de glucosa son bajos, como cuando no has comido por un buen rato, el hígado convierte el glucógeno almacenado en glucosa para mantener el nivel de la glucosa dentro de los límites normales.

En la diabetes tipo 1, no hay insulina para que el azúcar ingrese en las células, por lo que el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo. Esto puede provocar complicaciones que pueden poner en riesgo la vida.

Factores de riesgo

Algunos de los factores de riesgo conocidos de la diabetes tipo 1 son:

  • Antecedentes familiares. Cualquier persona con un padre, una madre, un hermano o hermana con diabetes tipo 1 tiene un riesgo levemente mayor de padecer la enfermedad.
  • Genética. La presencia de ciertos genes indica un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 1.
  • Ubicación geográfica. La incidencia de la diabetes tipo 1 tiende a aumentar a medida que uno se aleja del ecuador.
  • Edad. Aunque la diabetes tipo 1 puede aparecer a cualquier edad, aparece en dos momentos críticos. El primer momento crítico se da en niños de entre 4 y 7 años y el segundo, en niños de entre 10 y 14 años.

Complicaciones

Con el paso del tiempo, las complicaciones de la diabetes tipo 1 pueden afectar los órganos principales del cuerpo, como el corazón, los vasos sanguíneos, los nervios, los ojos y los riñones. Mantener un nivel de azúcar en sangre normal puede reducir, en gran medida, el riesgo de sufrir diversas complicaciones.

Con el tiempo, las complicaciones de la diabetes podrían provocar discapacidad o poner en riesgo la vida.

  • Enfermedades del corazón y circulatorias. La diabetes aumenta en gran medida el riesgo de tener varios problemas cardiovasculares, como enfermedad de las arterias coronarias con dolor de pecho (angina de pecho), ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, estrechamiento de las arterias (ateroesclerosis) y presión arterial alta.
  • Lesión a los nervios (neuropatía). El exceso de azúcar puede dañar las paredes de los vasos pequeños (capilares) que alimentan los nervios, especialmente en las piernas. Esto puede causar hormigueo, entumecimiento, ardor o dolor que, por lo general, comienza en la punta de los dedos de los pies o de las manos y se propaga gradualmente hacia arriba. El nivel de azúcar en sangre mal controlado puede causar que, con el tiempo, pierdas la sensibilidad en las extremidades afectadas.El daño a los nervios que afectan el tubo gastrointestinal puede causar problemas de náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento. En los hombres, la disfunción eréctil puede ser un problema.
  • Daño renal (nefropatía). Los riñones contienen millones de grupos de vasos sanguíneos pequeños que filtran los desechos de la sangre. La diabetes puede dañar este delicado sistema de filtración. El daño grave puede causar una insuficiencia renal o una enfermedad renal en etapa terminal irreversible, que requiere diálisis o un trasplante de riñón.
  • Daño en los ojos. La diabetes puede dañar los vasos sanguíneos de la retina (retinopatía diabética), lo que podría causar ceguera. La diabetes también aumenta el riesgo de otros trastornos graves de la vista, como cataratas y glaucoma.
  • Daños en los pies. Las lesiones a los nervios de los pies o el flujo sanguíneo deficiente en los pies aumentan el riesgo de diversas complicaciones. Si no se las trata, las heridas y ampollas pueden causar infecciones graves que, finalmente, podrían requerir la amputación del dedo, el pie o la pierna.
  • Trastornos de la piel y la boca. La diabetes puede hacer que seas más propenso a tener infecciones de la piel y la boca, como infecciones fúngicas y bacterianas. La enfermedad de las encías y la sequedad de boca también son más probables.
  • Complicaciones en el embarazo. Los altos niveles de azúcar en la sangre pueden ser peligrosos tanto para la madre como para el bebé. El riesgo de tener un aborto espontáneo, muerte fetal y defectos de nacimiento aumentan cuando la diabetes no está bien controlada. En la madre, la diabetes aumenta el riesgo de cetoacidosis diabética, problemas de ojo diabético (retinopatía), presión arterial alta causada por el embarazo y preeclampsia.

Prevención

No existe una forma conocida de prevenir la diabetes tipo 1.

 

 

 

* Esta información ha sido tomada de MayoClinic. Los derechos de autor pertenecen exclusivamente a Mayo Foundation for Medical Education and Research. https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/type-1-diabetes/symptoms-causes/syc-20353011?p=1