Todo sobre el cáncer de tiroides, que cada vez es más frecuente

La glándula tiroidea o tiroides, situada debajo de la laringe y encargada de regular el crecimiento y el metabolismo, no se libra del cáncer. Pero es uno de los tumores humanos más simples, pues es el de menos densidad mutacional dentro de los cánceres sólidos.

Los tumores más agresivos suelen acumular mayor número de mutaciones que conllevan la desdiferenciación celular (es decir, cambios que hacen que las células tumorales pierdan las propiedades que tenían las células benignas originales a las que se van pareciendo cada vez menos). En el caso de la célula tiroidea es importante conservar la propiedad de captación de yodo (es decir, ser diferenciada) ya que la desdiferenciación provoca la pérdida de esta capacidad provocando la menor respuesta al tratamiento con radioyodo..

En la actualidad resulta llamativo para los especialistas que el cáncer diferenciado de tiroides sea cada vez más frecuente. La buena noticia: esta neoplasia endocrina ha ido incrementándose en los últimos 10 años aunque, si bien no se ha acompañado de un aumento de su tasa de mortalidad, por el buen pronóstico que suele asociar

De hecho, se estima que en Europa aparecen 28.000 nuevos casos al año de carcinomas diferenciados de tiroides. El más frecuente es el de tipo papilar, seguido del cáncer folicular de tiroides.

Según subraya la American Cancer Society, por razones que no están claras, los cánceres tiroideos (al igual que casi todas las enfermedades de tiroides) tienen lugar alrededor de tres veces más en las mujeres que en los hombres. Por lo que ya el sexo de la persona se convierte en un ‘factor de riesgo’ a la hora de desarrollar la enfermedad.

Además, añade la doctora María Luisa de Mingo, jefa de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital La Luz de Madrid, la edad del diagnóstico suele situarse entre los 40 y los 50 años (en el caso del carcinoma de tipo papilar la edad suele ser inferior, entre los 30-50 años).

Asimismo, esta experta reconoce que otro factor de riesgo asociado al cáncer de tiroides es la exposición a radiaciones ionizantes, especialmente a edades tempranas. «Es el único factor ambiental demostrado que se relaciona con la aparición del cáncer de tiroides», sostiene, y también resalta que se han publicado estudios que relacionan la obesidad con el cáncer diferenciado de tiroides de tipo papilar.

Desde la American Cancer Society apuntan también al yodo en la alimentación, ya que, según se ha demostrado, los cánceres foliculares de tiroides son más comunes en algunas áreas del mundo en las que la alimentación de las personas es baja en yodo. Por otro lado, eso sí, esta sociedad científica advierte de que una alimentación con mucho yodo puede aumentar el riesgo de cáncer de tiroides papilar.

Otro de los factores relacionados con el desarrollo de la enfermedad se ha asociado con varias afecciones hereditarias, como antecedente familiar, según esta entidad. «Aun así, la mayor parte de las personas que padecen cáncer de tiroides no presenta una afección hereditaria o un antecedente familiar de la enfermedad», recalca, a la vez que incide en que el riesgo de cáncer de tiroides aumenta si la persona tiene un pariente de primer grado (madre, padre, hermana o hija) con cáncer de tiroides, incluso sin que haya un síndrome hereditario conocido en la familia., ante tellus gravida at mollis elite metro interdum mauris.

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